AMADOS OTROS. 2

Escrito el 28/08/2024
DAYLIS TORRES SILVA



También yo escribo por no darme
lo que trastocan tus sonetos,
también yo leo si te reto
lo que te falta por negarme.

Te sales niño de tus hojas:
bebé en pañales abatidos,
triste soldado redimido,
blanco azahar en rosas rojas.

¡Qué anidadito se ha quedado
con el silencio tras Amados…!
¡Qué enorme falta de valor

que yo no pueda combatirme,
que tú no calles sin herirme,
que avizoremos lo peor!



¡Qué caos me desatas con leerte!,
Como si lo que escribo sangre fuera,
como si en letras te me deshicieras
en sonrisas cercanas a la muerte

¡Qué golpe tu deseo repartido
en sesiones de engaños al estudio!
En roces inocentes de preludio
del abrazo rogado y concedido.

Pobre la biblioteca saturada
de dulces entrevistas demoradas,
de tiempo sustraído a la verdad.

¡Qué pena! Tus poemas de recuerdo
crecen en las libretas que me pierdo
llamando a gritos a mi soledad.



Remedo de su risa con mi risa
que atenúa las ganas de otro llanto.
Escribo porque sobra, y sobra tanto
de silencios, espaldas, dudas, prisas.

Remedo de su abrazo con mi abrazo
que reprime las ganas de tenerte.
Sigue andando, de nuevo, por quererte,
si el perdón te es cedido con los pasos.

Parodio tus sonetos maliciosos,
saturados de ambiguos personajes,
incrédula a verdades escondidas.

Y me quedo, y masacro tu reposo,
porque al momento de iniciar el viaje
le faltan fuerzas a la despedida.



Mi tristeza adolece de ser bella,
resignada a charlar con el espejo.
Mato las causas, siguiendo tu consejo
y por sacarla te saco con ella.

Tu tinta es sutilísimo veneno
que corre por mis venas despacioso.
Duele menos cuanto más venenoso:
el “antes de la muerte” es más sereno.

Por matar te hago menos en mi estima:
importa menos cuanto más lastima
y lastima si escucho, miro, toco.

 Ya no quiero ni trigos ni desiertos,
no te asustes si digo que te has muerto:
sólo he dejado de quererte un poco.