El propósito de la vida

Escrito el 09/03/2025
DAYLIS TORRES SILVA

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Nos pasamos la vida buscando un propósito, como si fuera un tesoro escondido detrás de alguna puerta secreta. Creemos que un día, sin previo aviso, lo encontraremos escrito en el viento o en el brillo de una estrella fugaz. Pero el propósito no es un destino al que se llega, sino un hilo invisible que vamos tejiendo con cada paso, con cada latido, con cada mirada que damos al mundo.

No hay un único propósito, como no hay una sola melodía que dé sentido a la música. A veces creemos que nuestra razón de ser es conquistar grandes sueños, dejar huellas en la arena del tiempo. Pero, ¿qué si el verdadero propósito estuviera en los pequeños momentos? En las risas que regalamos, en la ternura de un abrazo inesperado, en la luz que dejamos en los ojos de alguien que amamos.

Quizá el propósito no sea encontrarnos, sino perdernos y volver a reinventarnos. Quizá no se trate de correr tras un destino, sino de aprender a bailar con el presente.

La vida no nos exige grandiosidad; nos pide presencia. Nos pide que amemos con el alma abierta, que nos permitamos sentir incluso cuando duela, que no tengamos miedo de caer porque cada caída es una nueva oportunidad de volar más alto.

El propósito de la vida es vivirla, sin miedo, sin arrepentimientos. No está escrito en un libro antiguo ni en las estrellas. Está en nuestras manos, en los días que elegimos aprovechar, en los sueños que nos atrevemos a sembrar. Y, sobre todo, en el amor que dejamos en el corazón de los demás.

Porque, al final, eso es lo único que nos pertenece.