Aurelio Viscontti tenía más demonios en su conciencia de los que habitaban el infierno completo. Como segunda cabeza de Il Diávolo, sus decisiones ponían en la línea de la vida y la muerte a todos los que lo conocían, y si era sincero, eso lo había convertido en un hombre frío, distante, preparado para todo...
Bueno, quizás no todo; porque la entrada intempestiva de Percival Blackwell a su vida solo es el aviso de la tormenta. Determinado, respondón, seguro de sí mismo, y con una lengua que definitivamente pondrá a prueba hasta la última gota de paciencia de ese Viscontti.
Aurelio puede ser el diablo, pero Percy de caballero solo tiene el nombre: todo lo demás en él será un desafío abierto a su identidad, a su honor, a su propia felicidad. La pregunta es ¿realmente estará dispuesto el diablo a reclamar a un caballero para su infierno?